Parte IX por Radio Telperion
El impacto fue considerable, por un momento su mente se bloqueo "Sargento Erwin Sanders, de la unidad saltos espacio-telporales".
Su voz resonaba en su cabeza con un tono cómico... el shock debió exteriorizarse en su rostro, pues en los joos de Nueve podía leerse la expectación y suspicacia crecientes...
- No hay tiempo, ¡cuándo estemos en el refugio me lo cuentas! - Susurró Nueve, volverán pronto a rastrear la zona.
La carrera fue frenética, estaba claro que Nueve sabía donde iba y como despistar posibles rastros, pero Erwin no estaba para observar esos pequños detalles, su mente trataaba de salir del shock, a su cabeza acudió su despestar, las calles desiertas, comenzó a compreder, las ventanas rotas, las calzadas descuidadas, el abandono general. Cuando volvió en si estaban en un lugar oscuro, una alcantarilla seguramente. Nueve se detuvo y se giró.
- Muy bien soldado - musitó con un tono amenazador a la vez como un relámpago encañonaba el rostro de Erwin - Hay que teer valor para aparecer aquí después de traicionarnos.
Parte X por Erierd
Levantó las manos, conmocionado. Primero el error en el viaje, después las bestias, el rescate de Nueve... Y la boca amenazadora de la recortada que le encañonaba. Tecnología del siglo XX, pensó. Desfasada, pero capaz de abrir un orificio más que innecesario en el cuerpo de cualquier cosa, bestia o humana, que se le pusiera por delante. Y Erwin estaba más que satisfecho con la cantidad y ubicación de dichos orificios, así que levantó las manos y miró fijamente a Nueve.En su cara se veía, a la vez, disposición y disgusto. La USET, al parecer, no tenía muchos amigos en esa época... Y ahora estaba solo.
- No sé de qué me hablas. Salí hace cinco meses en misión de rastreo hacia los desiertos de la paradoja, a reportar signos de agrupamiento, y cuando intenté volver, me encontré aquí. La guerra... cuando me fui, acababa de empezar. No he tenido contacto con la base en meses, pero no es tan raro. Así que, si eres tan amable, ¿te importaría bajar el arma y que discutamos esto como personas civilizadas?
Nueve le siguió mirando, sin mover ningún músculo, durante casi un minuto. Creía que la tensión misma dispararía el arma. Sin previo aviso, comenzó a reir, una risa cristalina que rompió el silencio que se había condensado en el ambiente, y Erwin notó como el frío cañón de la pistola le besaba la frente.
Parte XI por ELORAKET
Erwin no daba crédito a lo que estaba pasando, todo esto parecía una pesadilla producida por algún tipo de droga. Eso era, esto no es real. Seguramente sea una simulación como las que utilizaban los miembros de la USET para prepararlos contra cualquier contratiempo. Intento incorporarse y noto como el cañón del arma hacia más presión sobre su frente. Nueve dejo de reír y le miro fijamente a los ojos.
- yo que tu no movería ni los parpados.
Salió rápidamente de dudas, aquello no era una simulación.
Un grito desgarrador apareció entre las ruinas.
El Diha se acercaba hacia la posición de Erwin y Nueve, cuando este animal sale de caza no descansa hasta acabar con su presa y seguramente un despistado se había cruzado en su camino. Aquel grito les había puesto de nuevo en alerta y ambos siguieron corriendo. Erwin tenía dificultades en seguir a Nueve entre aquel laberinto de escombros y ruinas. Tropezó varias veces e incluso una ráfaga laser del jinete del Diha les paso cerca mientras intentaban pasar por un puente.
Después de varios minutos pararon resguardados entre los restos de un tanque. Nueve miraba inquieta alrededor mientras Erwin intentaba recuperar de forma espasmódica el aliento.
- Seas o no un traidor debo de llevarte ante Farten, el decidirá que hacer contigo.
– Mientras hablaba se podía decir que estaba olisqueando el aire a su alrededor.
Emitió un leve sonido en unos pocos segundos Erwin se vio rodeado por tres hombres con trajes de camuflaje que aparecieron de la pared en la que antes se estuvo apoyando para recuperarse.
- Vamos, la entrada no está lejos y esa criatura me pone nerviosa. – Dijo Nueve mientras invitaba amistosamente con el cañón de su arma a Erwin a acompañar a sus nuevos amigos.
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