Parte X por Erierd
Levantó las manos, conmocionado. Primero el error en el viaje, después las bestias, el rescate de Nueve... Y la boca amenazadora de la recortada que le encañonaba. Tecnología del siglo XX, pensó. Desfasada, pero capaz de abrir un orificio más que innecesario en el cuerpo de cualquier cosa, bestia o humana, que se le pusiera por delante. Y Erwin estaba más que satisfecho con la cantidad y ubicación de dichos orificios, así que levantó las manos y miró fijamente a Nueve .En su cara se veía, a la vez, disposición y disgusto. La USET, al parecer, no tenía muchos amigos en esa época... Y ahora estaba solo.
- No sé de qué me hablas. Salí hace cinco meses en misión de rastreo hacia los desiertos de la paradoja, a reportar signos de agrupamiento, y cuando intenté volver, me encontré aquí. La guerra... cuando me fui, acababa de empezar. No he tenido contacto con la base en meses, pero no es tan raro. Así que, si eres tan amable, ¿te importaría bajar el arma y que discutamos esto como personas civilizadas?
Nueve le siguió mirando, sin mover ningún músculo, durante casi un minuto. Creía que la tensión misma dispararía el arma. Sin previo aviso, comenzó a reir, una risa cristalina que rompió el silencio que se había condensado en el ambiente, y Erwin notó como el frío cañón de la pistola le besaba la frente.
- No sé de qué me hablas. Salí hace cinco meses en misión de rastreo hacia los desiertos de la paradoja, a reportar signos de agrupamiento, y cuando intenté volver, me encontré aquí. La guerra... cuando me fui, acababa de empezar. No he tenido contacto con la base en meses, pero no es tan raro. Así que, si eres tan amable, ¿te importaría bajar el arma y que discutamos esto como personas civilizadas?
Nueve le siguió mirando, sin mover ningún músculo, durante casi un minuto. Creía que la tensión misma dispararía el arma. Sin previo aviso, comenzó a reir, una risa cristalina que rompió el silencio que se había condensado en el ambiente, y Erwin notó como el frío cañón de la pistola le besaba la frente.
Parte XI por Eloraket
Erwin no daba crédito a lo que estaba pasando, todo esto parecía una pesadilla producida por algún tipo de droga. Eso era, esto no es real. Seguramente sea una simulación como las que utilizaban los miembros de la USET para prepararlos contra cualquier contratiempo. Intento incorporarse y noto como el cañón del arma hacia más presión sobre su frente. Nueve dejo de reír y le miro fijamente a los ojos.
- yo que tu no movería ni los parpados.
Salió rápidamente de dudas, aquello no era una simulación.
Un grito desgarrador apareció entre las ruinas.
El Diha se acercaba hacia la posición de Erwin y Nueve, cuando este animal sale de caza no descansa hasta acabar con su presa y seguramente un despistado se había cruzado en su camino. Aquel grito les había puesto de nuevo en alerta y ambos siguieron corriendo. Erwin tenía dificultades en seguir a Nueve entre aquel laberinto de escombros y ruinas. Tropezó varias veces e incluso una ráfaga laser del jinete del Diha les paso cerca mientras intentaban pasar por un puente.
Después de varios minutos pararon resguardados entre los restos de un tanque. Nueve miraba inquieta alrededor mientras Erwin intentaba recuperar de forma espasmódica el aliento.
- Seas o no un traidor debo de llevarte ante Farten, el decidirá que hacer contigo. - Mientras hablaba se podía decir que estaba olisqueando el aire a su alrededor.
Emitió un leve sonido en unos pocos segundos Erwin se vio rodeado por tres hombres con trajes de camuflaje que aparecieron de la pared en la que antes se estuvo apoyando para recuperarse.- Vamos, la entrada no está lejos y esa criatura me pone nerviosa. – Dijo Nueve mientras invitaba amistosamente con el cañón de su arma a Erwin a acompañar a sus nuevos amigos.
Parte XII por Miss Bennet
Erwin iba delante, con la bocacha del arma de Nueve perforándole la espalda, según caminaban intentaba mirar alrededor fijarse en cada piedra, en cada deshecho,que pudiera situarle su ubicación.- ¡¡Para!!!- dijo Nueve.Con una solo una mirada los hombres que la acompañaban encañonaron a Erwin rodeándole por completo.
-¡¡ZAS!!!- Nueve sesgo la parte baja de su camiseta.
-Me temo que hasta aquí, el resto será sorpresa -Nueve vendó los ojos con el trozo de camisa a Erwinposteriormente Edwin notó como unas manos calientes le cogían las muñecas mientras las rodeaban de lo que parecía ser unas cadenas.-¡¡Camina!! - le contesto Nueve mientras lo empujaba hacia delante. A la media hora caminando el grupo se detuvo, un ruido extraño para Erwin apareció en lo que parecía una galería, sonaba como un zumbido, quizás unos condensadores de energía, o instalación de alto voltaje.
Sintió como Nueve se puso delante de él y sacaba algo metálico, podría ser esa chapa que colgaba de su cuello, y que insertaba en alguna parte, Erwin imagino que podría ser una llave para abrir una puerta, o accionar algún mando.
Por el ruido parecía un ascensor, el suelo resonó a metal y las puertas se accionaron. El grupo entro dentro. El sonido de los bloques de entrada cerrando fue estrepitoso, y un impulso gravitatorio que tiraba de él había abajo hizo que perdiera el equilibrio hacia atrás. Se golpeo con Nueve y pudo notar como la muchacha ya había enfundado su arma,Según el ascensor bajaba el calor se hacia mas y mas intenso.Erwin se dejaba llevar por la situación, lo mejor era hablar con alguien que le explicara de una vez por todas que es lo que estaba sucediendo allí.
El ascensor poco a poco dejo de acelerar, otro sonido contundente le avisaba de que las puertas se abrían. El grupo salió, el aire se hacia mas respirable. Una corriente ligera advertía de que el sistema de ventilación al menos funcionaba. ¿Pero tan mal estaban las cosas como para tener que vivir como ratas? Pensó Erwin.
Ahora el pasillo por el que circulaban si era metálico, las botas resonaban por todo el túnel, resonaban demasiado pensó Erwin, parecía como si hubiese más gente que ellos.
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